Por Pastor Adán Vásquez
2 Reyes 6:8-23
Esta es otra de las historias maravillosas que las Sagradas Escrituras registran para fortalecer nuestra confianza en el Señor. En esta ocasión nos ubicamos en el tiempo que vivió el gran profeta Eliseo, él fue un siervo fiel al Señor, sirvió con fidelidad y su ministerio fue respaldado por Jehová en una manera extraordinaria.
El pasaje que nos ocupa en esta ocasión relata que el rey sirio declaró la guerra contra Israel y lo acechó con estrategias que nunca tuvieron resultado positivo porque siempre era descubierto y esquivado por el pueblo de Israel. Ante esta situación el rey pagano pensó que uno de sus hombres lo estaba traicionando porque sus planes militares eran descubiertos “fácilmente” por Israel. Sus siervos le dijeron que el profeta Eliseo era quién por revelación divina daba a conocer al rey de Israel los planes del ejército enemigo.
Por esta razón, el rey sirio mandó a prender al profeta que estaba ubicado en Dotán, sitiaron dicha ciudad con un gran ejército fuertemente armado. Cuando el siervo del profeta Eliseo vio aquello tuvo temor y dijo ¿qué haremos? El profeta le contestó con estas hermosas palabras del versículo 16 “No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos”. Así que, el profeta oró para que su siervo pudiera ver al poderoso ejército celestial que los resguardaba del enemigo.
Además, el profeta pidió al Señor que cegara al ejército enemigo y él mismo los condujo a Samaria. Cuando les fueron abiertos los ojos ya estaban en manos del rey de Israel, sin embargo, el profeta le dijo al rey que no los matara sino que los alimentara para devolverlos al rey enemigo. Con esta experiencia Siria no volvió a molestar al pueblo del Señor.
Amados hermanos, Dios nos protege en medio del peligro, aunque nos veamos rodeados por la adversidad y nuestra vida esté en peligro, la protección del Señor siempre estará a nuestro favor. Quizá, al igual que el siervo de Eliseo nuestros ojos físicos no puedan ver materialmente la presencia del Señor pero pidamos a Dios que nuestros ojos espirituales siempre estén abiertos para contemplar Su divina protección. En tiempos de peligro no dudemos de su presencia porque más es el que está con nosotros que los que están con el adversario.
La clave necesaria para gozar de la protección divina es la fidelidad y la devoción plena en nuestro Señor. Eliseo era un gran varón que servía fielmente a Dios, nunca desvió su corazón porque sus convicciones eran firmes en Jehová, por esto gozaba de un respaldo total de su Señor. Una manifestación de la fidelidad de Eliseo es que no cobró venganza sobre sus enemigos sino que pidió alimento para ellos y los envió de vuelta a su país, con esto consiguió paz por un tiempo al pueblo de Israel.
Queridos hermanos, seamos fieles al Señor porque Él y nosotros somos mayoría ante cualquier enemigo, él nos guiará por la senda del triunfo y nos librará de toda adversidad.
ORACIÓN: Amado Dios, queremos servirte con toda fidelidad, ayúdanos a mantener nuestra convicción en tu nombre para que podamos gozar de tu respaldo en los tiempos de adversidad. Queremos disfrutar del dulce sabor de la victoria que únicamente podemos encontrar en ti. Amén.
AUDIO:
Commentaires