Por Pastor Adán Vásquez
Isaías 55:10-11
La meditación bíblica del día de hoy habla sobre la productividad espiritual de la Palabra de Dios. El Señor nos ha bendecido con este extraordinario recurso para nuestro crecimiento espiritual. Tal como hemos explicado en una ocasión anterior, la Biblia tiene todo lo que el cristiano necesita saber para crecer espiritualmente y dar frutos que manifiesten el resultado de la voz de Dios al corazón.
La Biblia es efectiva en su mensaje porque está revestida del poder divino, su contenido no se limita solamente a informar sino a transformar la vida del ser humano, cada vez que el Señor habla fluye vida en el ser y produce resultados que ningún otro libro puede hacer.
El pasaje que hoy meditamos afirma la productividad del mensaje de la Palabra, la ilustración es tomada acerca de la naturaleza, específicamente en la lluvia y las bendiciones que produce cuando cae sobre la faz de la tierra. El profeta deja claro que de la misma manera, la Palabra cae en el corazón y produce los resultados esperados en la vida del creyente.
El versículo 10 explica lo que todo agricultor sabe y conoce acerca de la bendición que viene cuando la lluvia cae sobre la tierra, se reitera que la lluvia cae del cielo y no vuelve allá sino que riega la tierra para dar los siguientes resultados: Primero, hace germinar la semilla sembrada para dar inicio a una nueva vida y un proceso de crecimiento, luego, a su debido tiempo esta planta produce, que es precisamente el propósito por el cual fue sembrado; después provee la nueva semilla para iniciar nuevamente el proceso de la siembra, y por último deja el resultado principal que es la comida para el sustento del ser humano.
El versículo 11 aplica la ilustración utilizada para explicar que la Palabra de Dios producirá los resultados necesarios y cumplirá los propósitos de Dios por los cuales su voz se hace escuchar en los corazones de los creyentes, el mensaje divino no es obsoleto en nuestros tiempos porque tiene el alimento que el creyente necesita para el alma en todos los tiempos. La Palabra cumple perfectamente los propósitos de Dios y nunca estará por demás, su mensaje nunca será una disertación vacía sino que aportará todo lo necesario para el provecho espiritual del cristiano.
Bendito sea Dios porque ha sembrado la semilla de su Palabra en nuestros corazones, alabemos su nombre porque tenemos el recurso necesario para crecer y dar los resultados que nuestro Señor espera en nosotros.
ORACIÓN:
Señor, te doy gracias porque tu Palabra ha sido sembrada en mi corazón, te pido que cada día produzca los resultados que has establecido en ella para mi provecho espiritual, me siento bendecido porque tengo tu voz y estoy seguro que harás prosperar tu mensaje en mi vida y en la de los demás. Amén.
AUDIO:
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