Por Pastor Adán Vásquez
2 Timoteo 3:16-17
Este es uno de los maravillosos pasajes que habla sobre los propósitos divinos de la Palabra de Dios. El apóstol escribe estas palabras al joven siervo de Dios, Timoteo. Se dice que ésta es la última carta que Pablo escribió en su carrera ministerial y vida terrenal. En ese contexto el apóstol enfatiza acerca del cuidado y buen uso que su hijo espiritual Timoteo debe tener sobre las Sagradas Escrituras.
En la primera parte del pasaje observamos que todo lo que está escrito en la Palabra viene de parte de Dios mismo. El versículo comienza diciendo que “toda la Escritura es inspirada por Dios” la palabra “toda” encierra absolutamente todo lo que está escrito en la Biblia, esta cláusula no deja ninguna palabra que no venga de parte de Dios, luego dice que es “inspirado por Dios” esto quiere decir que las palabras escritas en la Biblia son “exhaladas” por Dios mismo, ninguna de las palabras que leemos tienen origen humano, todo es divino. También es importante notar la frase “es inspirada”, el verbo está conjugado en tiempo presente, significa que cada vez que leemos una porción de la Palabra Dios él “está” hablando en ese momento mismo porque el Autor de la Biblia no ha muerto, él está hablando en ese mismo instante. Es realmente maravilloso saber que Dios está hablando en el tiempo presente.
En la segunda parte del pasaje encontramos la utilidad de la Palabra de Dios para la vida del hombre, la Biblia no solamente es un libro de historia, sino que tiene un mensaje transformador y poderoso para cambiar la mente y el corazón. Su utilidad es para todos los tiempos pues no depende del contexto económico, social y cultural, sino que su importancia sobrepasa todos las barreras habidos y por haber. En el versículo encontramos cuatro utilidades importantes de la Palabra de Dios.
1) La Palabra de Dios es útil para enseñar. Es decir enseña acerca de las cosas reveladas por Dios. A través de la Biblia llegamos a conocer grandes y profundas verdades de Dios para la vida del ser humano.
2) La Biblia es útil para redargüir. Significa que le muestra al hombre en donde ha fallado y le convence que le ha obrado mal y le ha faltado a Dios.
3) La Sagrada Escritura es útil para corregir. Significa que la Palabra de Dios no solamente convence a la persona sobre sus faltas sino que también muestra la manera de corregir lo que está torcido en la vida espiritual.
4) La Biblia es útil para instruir en justicia. Por lo tanto, la Palabra entrena y educa al cristiano para actuar justamente en todos los aspectos de la vida.
En la última parte del texto que estamos analizando, vemos que el apóstol presenta lo que Dios espera en la vida del creyente como resultado de la Palabra en el corazón. El comentarista bíblico del siglo antepasado Mathew Henry nos da una clara explicación al respecto cuan dice “que el buen conocimiento de las Escrituras no debe parar en un buen saber, aun siendo el saber más importante, sino en un bien obrar, equipado para toda obra buena".
Así que, la utilidad de la Palabra de Dios no consiste solamente en el saber, sino sobre todo en el hacer lo que aprendemos de ella.
Quisiera concluir esta serie de meditaciones con estas palabras.
El Señor nos ha dejado la bendición más grande que es Su Palabra. En ella encontramos las verdades que necesitamos conocer acerca de Dios y su plan sobre el mundo, tenemos acceso a la sabiduría infinita que viene del cielo para enseñarnos el camino correcto y verdadero, tenemos el mensaje que necesitamos recibir para fortalecer nuestra alma, y tenemos la herramienta necesaria para continuar edificando nuestra vida. Realmente la Biblia es perfecta porque es inerrante. Procuremos cada día aprovecharla y atesorarla en el corazón así como nos enseña el profeta Jeremías 15:16 “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos”
ORACIÓN: Señor, alabo tu nombre por tu bendita Palabra, gracias porque tengo acceso a ella y su mensaje ha transformado mi vida, ayúdame a deleitarme en ella cada día y que te pueda mostrar los resultados para la gloria y honra de tu nombre. Amén.
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