Por Pastor Adán Vásquez
Salmo 121:1-2
"Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra."
Este salmo maravilloso fue escrito para ser entonado por las grandes caravanas que iban de camino a Jerusalén para adorar a Dios en el templo. Mientras la multitud ascendía al lugar de adoración contemplaban las majestuosas montañas que estaban alrededor, esta escena llevaba la mente de todos aquellos adoradores al gran Creador que formó estos hermosos lugares. Esta meditación los llevaba a pensar en el gran poder de Dios.
La reflexión es ésta: Si Dios es poderoso para crear las grandes montañas, también es poderoso para ayudarnos en las grandes adversidades que afrontamos en la vida, su poder es ilimitado y no hay quien pueda igualarlo.
Así que, cuando nuestros ojos vean las grandes obras de Dios en la naturaleza, recordemos que su poder nos socorrerá en las más grandes dificultades, él estará presente para ayudarnos, él estará a nuestro favor y hará maravillas que nunca jamás hayamos visto.
Mantenga su fe en el Señor, la ayuda pronto vendrá.
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