Por Pastor Adán Vásquez
1 Pedro 2:2-3
El apóstol Pedro escribió estas palabras a sus lectores que estaban sufriendo persecución a causa de su fe, esta circunstancia ocasionaba crisis emocional y económica en los creyentes de aquella época. En este contexto el apóstol les da un mensaje reconfortante pero también les hace un llamado a la santidad. Dentro de todas las indicaciones que les daba para alcanzar este objetivo les instruye en una manera particular a acercarse a la Palabra de Dios, pero el énfasis de este llamado está en alimentarse correctamente con la Palabra.
En la primera parte del versículo 2 el apóstol habla del deseo de alimentarse así como el recién nacido siente su necesidad urgente de satisfacer su hambre. Estimado hermano, de la misma manera nosotros debemos ser sensibles a esta necesidad natural que todo creyente tiene en su alma, atendamos el llamado que nos hace el Espíritu Santo para llenar nuestros corazones con el alimento espiritual que Dios ha dispuesto para nosotros.
En la segunda parte del mismo versículo Pedro hace la advertencia que la leche espiritual que deben consumir los creyentes no debe estar adulterada, es decir, el mensaje que los cristianos deben recibir debe tener base y fundamento únicamente en la Palabra de Dios. La leche adulterada se refiere a las mezclas que hacen los predicadores de la Palabra con ideas y filosofías humanas que al final distorsionan el mensaje divino y desvían la atención de los cristianos a objetivos ajenos al propósito de Dios. Nosotros debemos asegurarnos que el mensaje provenga totalmente de la Palabra de Dios, porque solamente así podremos crecer sanamente en la vida espiritual.
La tercera parte del versículo establece el objetivo de la sana alimentación espiritual: El crecimiento sano de la vida cristiana, el apóstol Pedro usa la palabra salvación para referirse a la vida espiritual misma. Si el cristiano rechaza el mensaje viciado y procura la voz divina que nace con las verdades bíblicas crecerá con un conocimiento correcto de las Sagradas Escrituras y mostrará estabilidad y madurez como hijo de Dios.
El versículo 3 aclara que todo creyente que ha saboreado la benignidad del Señor se alimentará correctamente de su Palabra. Por lo tanto, busquemos el alimento puro, aquel que realmente nutre el corazón y conduce a un mejor acercamiento a Dios, alimentémonos de la verdadera Palabra que anima pero también reprende, que consuela y también corrige, busquemos la Palabra que expresa ternura y también aquella que duele porque si mantenemos ese balance espiritual creceremos integralmente para la gloria del Señor.
ORACIÓN: Señor, dame la sabiduría necesaria para distinguir el mensaje que realmente viene de tu Palabra, dame la prudencia necesaria para evitar aquel mensaje viciado y corrompido, quiero alimentarme en la manera correcta para mantener una vida espiritual saludable para tu honra y gloria. Amén.
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