Por Pastor Adán Vásquez
Hebreos 4:16
"Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro."
Este hermoso pasaje presenta uno de los cuadros más hermosos acerca de la ayuda de Dios a favor del creyente. El autor de Hebreos hace una invitación a los creyentes para acercarse a Dios para encontrar la ayuda necesaria. Hay varios detalles de este versículo que merecen atención especial:
Primero, el pasaje dice que este acercamiento a Dios puede hacerse con absoluta confianza. En la época bíblica nadie podía acercarse al trono de un rey sin cumplir los protocolos establecidos en cuanto a arreglo personal y motivo de la audiencia. Generalmente el rey era temido por los súbditos a causa de su poder, el más mínimo error ante la presencia del rey podía causar la pérdida de la vida. Pero el pasaje en cuestión, presenta un cuadro muy diferente, el autor dice que ante el trono de nuestro Señor podemos acercarnos con absoluta confianza. ¡Qué privilegio nos da nuestro rey!
Segundo, el pasaje indica que este trono es de gracia. Generalmente los que se presentaban ante el rey eran los reos que recibían condena por sus malos actos. En cambio, el trono que nos presenta este versículo es de gracia, es un trono donde encontramos perdón, es un trono en donde la misericordia ocupa el lugar predominante. Nuestro Señor no nos ve como reos dignos de muerte sino como hijos que siendo malos merecen una oportunidad de vida y comunión con Dios.
Así que, en vez de condenación hallamos ayuda en el Rey soberano, este rey amado que está lleno de misericordia, este Rey que quiere socorrernos en las peores dificultades nos está esperando para que acudamos con humildad y reconocimiento de su reino.
Todos necesitamos de la misericordia y de la ayuda de Dios, todos somos necesitados del favor de Dios, acerquémonos a él y obtendremos la anhelada ayuda.
Amén.
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